El Cerebro, el Cuerpo y el Trauma: Cuando los Cambios Neurológicos Afectan la Vida

El Cerebro, el Cuerpo y el Trauma: Cuando los Cambios Neurológicos Afectan la Vida

El trauma deja huella en el cuerpo y en el cerebro. No se trata solo de recuerdos difíciles o emociones intensas, sino de cambios reales en el sistema nervioso que pueden afectar la forma en que el cerebro procesa la información, regula las emociones y responde a las señales del cuerpo.

En muchas personas con Trastorno Neurológico Funcional (TNF), el trauma ha podido jugar un papel importante. Puede ser un evento puntual o una exposición prolongada al estrés, lo que se conoce como trauma complejo. En ambos casos, el sistema nervioso puede quedar en un estado de alerta constante, lo que influye en la aparición y persistencia de los síntomas funcionales.

En esta entrada explicamos cómo el trauma modifica el cerebro, haciéndolo más vulnerable al TNF, y qué herramientas pueden ayudar a restaurar el equilibrio del sistema nervioso.


El trauma y sus efectos en el cerebro

El trauma ocurre cuando el cuerpo y la mente se ven desbordados por una situación que genera una respuesta extrema de estrés o indefensión.

Cuando esto pasa, el cerebro prioriza la supervivencia sobre todo lo demás. No importa si el peligro es real o percibido, el sistema nervioso reacciona activando mecanismos de defensa.

Pero cuando el peligro pasa, estos mecanismos deberían desactivarse. En algunas personas, sin embargo, el cerebro queda atrapado en un estado de hiperalerta, lo que puede influir en la forma en que se perciben las sensaciones corporales y cómo el cuerpo responde a ellas.

Esto es lo que puede aumentar la vulnerabilidad a desarrollar TNF.


Los cambios en el cerebro tras el trauma

El trauma puede afectar varias áreas del cerebro, modificando la forma en que procesa la información y regula el cuerpo.

1️⃣ La amígdala: Cuando el sistema de alarma nunca se apaga

La amígdala es la parte del cerebro que detecta el peligro y activa la respuesta de lucha o huida.

🔹 Después de un trauma, esta estructura puede volverse hiperactiva, lo que significa que percibe amenazas incluso cuando no las hay.
🔹 Esto mantiene el cuerpo en un estado de tensión constante, aumentando la fatiga, el dolor y otros síntomas del TNF.

📌 Una persona que ha vivido una experiencia médica difícil puede desarrollar una hipervigilancia extrema sobre su cuerpo, interpretando sensaciones normales como señales de peligro.


2️⃣ La corteza prefrontal: Dificultades para calmar el sistema nervioso

La corteza prefrontal es la parte del cerebro encargada de la toma de decisiones y la regulación emocional.

🔹 Tras un trauma, su funcionamiento puede verse afectado, dificultando la capacidad de calmarse después de una situación estresante.
🔹 Esto hace que sea más difícil controlar los síntomas del TNF, ya que el cerebro no logra «desactivar» la respuesta de alerta.

📌 Pequeñas molestias físicas pueden percibirse como señales de un problema grave, lo que aumenta la ansiedad y empeora los síntomas.


3️⃣ El hipocampo: Problemas de memoria y percepción del cuerpo

El hipocampo es la parte del cerebro que procesa la memoria y ayuda a diferenciar entre el pasado y el presente.

🔹 Después de un trauma, puede reducir su tamaño y alterar su funcionamiento.
🔹 Esto provoca problemas de memoria y dificultades para interpretar las señales del cuerpo de manera precisa.

📌 Algunas personas con TNF pueden sentir que no controlan bien su cuerpo o que sus síntomas aparecen «de la nada», cuando en realidad su sistema nervioso está reaccionando a señales internas que no son conscientes.


¿Cómo estos cambios pueden predisponer al TNF?

Cuando el cerebro ha sido afectado por el trauma, el sistema nervioso se vuelve más sensible y reacciona de forma exagerada a señales que, en otras personas, pasarían desapercibidas.

🔹 El cuerpo envía señales confusas al cerebro, y el cerebro responde con síntomas funcionales.
🔹 Las respuestas de lucha o huida se activan incluso cuando no hay un peligro real.
🔹 El sistema nervioso no logra diferenciar entre una amenaza real y una sensación corporal inofensiva.

En algunas personas, el TNF aparece después de un evento traumático. En otras, el trauma no es inmediato, pero ha dejado una huella en el sistema nervioso, aumentando la vulnerabilidad a desarrollar síntomas funcionales con el tiempo.


¿Se puede revertir el impacto del trauma en el cerebro?

Sí. Aunque el trauma puede cambiar el cerebro, el cerebro también tiene la capacidad de sanar y adaptarse.

🌿 Terapia Somática: Un enfoque basado en el cuerpo

A diferencia de la terapia cognitivo-conductual, que trabaja principalmente con pensamientos y emociones, la terapia somática se enfoca en la conexión entre el cuerpo y el sistema nervioso.

🔹 Ayuda a regular el sistema nervioso → Enseña al cuerpo a salir del estado de alerta constante.
🔹 Trabaja la percepción corporal → Permite identificar y liberar las tensiones físicas relacionadas con el trauma.
🔹 Facilita la integración de experiencias pasadas → En lugar de reexperimentar el trauma, el cuerpo aprende a procesarlo de manera diferente.


El vínculo entre el trauma, el TNF y el autismo

No todas las personas con TNF han vivido trauma, pero algunas sí. Dentro de quienes han atravesado experiencias traumáticas, hay un grupo que comparte una característica importante: la neurodivergencia.

El autismo, en especial en mujeres sin diagnosticar, puede aumentar la vulnerabilidad al trauma. La sensibilidad sensorial, la dificultad para procesar emociones intensas y la alta exigencia social pueden generar una acumulación de estrés y experiencias difíciles, que con el tiempo pueden hacer que el sistema nervioso se desregule.


Conclusión: El trauma no determina el futuro, pero puede influir en la salud neurológica

El trauma puede cambiar el cerebro y hacer que el sistema nervioso sea más vulnerable al TNF. Sin embargo, estos cambios no son permanentes. Con estrategias adecuadas, es posible regular el sistema nervioso y mejorar la calidad de vida.

La terapia somática puede ayudar a restaurar la conexión entre el cerebro y el cuerpo.
Existen formas de reentrenar el sistema nervioso para reducir la hiperactividad de la amígdala.
Entender cómo funciona el TNF es un paso clave para mejorar los síntomas.

📢 ¿Te identificas con alguno de estos cambios en el cerebro? ¿Te gustaría compartir tu experiencia? Déjanos tu comentario.

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