Factores de Riesgo en el TNF: ¿Qué Puede Influenciar su Aparición?

Factores de Riesgo en el TNF: ¿Qué Puede Influenciar su Aparición?

Cuando el cuerpo empieza a fallar sin que haya una lesión o una enfermedad que lo explique, surgen muchas preguntas. Una de las más comunes es:

«¿Por qué me ha pasado esto a mí?»

El Trastorno Neurológico Funcional (TNF) no tiene una única causa. No aparece de la nada, pero tampoco es fácil de predecir. Lo que se sabe es que hay ciertos factores de riesgo que pueden hacer que el sistema nervioso sea más propenso a desarrollar síntomas funcionales.

Tener estos factores no significa que el TNF se vaya a desarrollar con seguridad, pero sí puede influir en cómo el cerebro y el cuerpo se comunican y reaccionan a ciertas situaciones.

Vamos a hablar de algunos de estos factores y de cómo pueden influir en la aparición y evolución del TNF.


¿Qué es un factor de riesgo?

Un factor de riesgo es cualquier característica o circunstancia que aumenta la probabilidad de que algo ocurra. En este caso, hablamos de aspectos que pueden hacer que el sistema nervioso sea más vulnerable, facilitando la aparición de síntomas funcionales.

Algunos de estos factores están presentes desde siempre, mientras que otros aparecen a lo largo de la vida por experiencias personales, médicas o emocionales.


¿Cuáles son los factores de riesgo más comunes en el TNF?

A lo largo del tiempo, se han identificado algunos patrones en quienes tienen TNF. No significa que todos los casos sean iguales, pero estos son algunos de los factores más habituales.


1️⃣ Cuando el cerebro y el cuerpo no se comunican bien

El TNF no ocurre porque haya un daño en el cerebro, sino porque la comunicación entre el cerebro y el cuerpo se altera.

🔹 Problemas de regulación del sistema nervioso → Antes de la aparición de los síntomas funcionales, muchas veces ya existían episodios de mareos, desmayos o sensación de inestabilidad sin una causa clara.

🔹 Síndrome de Taquicardia Ortostática Postural (POTS) → Un trastorno que afecta la regulación de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, provocando fatiga, mareos y desmayos.


2️⃣ Haber pasado por muchas consultas médicas sin respuestas

Las historias médicas complejas suelen estar presentes antes de la aparición del TNF.

🔹 Pruebas médicas sin resultados claros → Resonancias, análisis y estudios que no arrojan un diagnóstico concreto pueden generar incertidumbre y ansiedad.

🔹 Síntomas confusos → Los primeros signos del TNF pueden ser leves y parecerse a otras condiciones, lo que retrasa su identificación.

🔹 Procedimientos médicos difíciles → Cirugías, hospitalizaciones prolongadas o tratamientos invasivos pueden generar una mayor sensibilidad en el sistema nervioso.

🔹 Diagnósticos erróneos → Es frecuente haber recibido otros diagnósticos antes de llegar al TNF, como epilepsia (cuando en realidad se trataba de crisis disociativas).


3️⃣ Estrés prolongado o sobrecarga emocional

El estrés no «causa» TNF por sí solo, pero sí puede hacer que el sistema nervioso sea más reactivo.

🔹 Exceso de responsabilidades → Cuidar de otras personas, afrontar un entorno laboral exigente o una sobrecarga académica pueden mantener el cuerpo en un estado de alerta constante.

🔹 Falta de descanso o agotamiento mental → Cuando el organismo pasa demasiado tiempo en «modo supervivencia», la comunicación entre el cerebro y el cuerpo puede empezar a fallar.

🔹 Cambios importantes en la vida → Mudanzas, problemas familiares, pérdidas o cualquier situación que implique un gran ajuste pueden influir en la aparición de los síntomas.


4️⃣ Trauma y trauma complejo

El trauma es uno de los factores de riesgo más importantes en el TNF. No significa que todas las personas con TNF hayan vivido experiencias traumáticas, pero en algunos casos, estos eventos pueden hacer que el sistema nervioso reaccione de manera diferente.

🔹 Trauma simple → Se refiere a un evento puntual que tuvo un gran impacto en el bienestar físico o emocional. Puede ser un accidente, una enfermedad grave, una cirugía complicada o cualquier situación que haya generado una respuesta intensa de miedo o indefensión.

🔹 Trauma complejo → Se da cuando alguien ha estado expuesto a situaciones difíciles de manera prolongada, como abuso, negligencia, violencia o estrés crónico en la infancia o la adultez. Este tipo de trauma puede hacer que el sistema nervioso sea más sensible a señales de alerta, afectando la manera en que el cerebro procesa las señales corporales.

🔹 Experiencias médicas traumáticas → Hospitalizaciones prolongadas, procedimientos invasivos o interacciones difíciles con el sistema de salud pueden dejar una huella en el sistema nervioso.

📌 Más adelante, hablaremos con más detalle sobre la relación entre trauma y TNF.


5️⃣ Rasgos neurodivergentes no diagnosticados

Muchas personas con TNF han sentido siempre que perciben el mundo de una manera diferente, pero nunca habían pensado en la posibilidad de que fueran neurodivergentes.

🔹 Dificultades con la organización y la planificación desde la infancia.
🔹 Necesidad de rutinas o estructuras para sentirse cómodas.
🔹 Sensación de ser «distintas» sin entender bien por qué.
🔹 Forma de pensar analítica o tendencia a hiperfocalizarse en temas específicos.

En muchos casos, estas características están relacionadas con el TDAH o el autismo, condiciones que suelen pasar desapercibidas, especialmente en mujeres.


¿Cómo influyen estos factores en el TNF?

Tener uno o más de estos factores no significa que el TNF se vaya a desarrollar sí o sí, pero sí puede influir en cómo el sistema nervioso responde a ciertas situaciones.

🔹 Mayor predisposición a síntomas funcionales → El sistema nervioso puede volverse más reactivo o interpretar señales del cuerpo de manera incorrecta.
🔹 Aparición de síntomas en situaciones de estrés o fatiga → Es común que los síntomas aparezcan o empeoren cuando hay una sobrecarga física o emocional.
🔹 Necesidad de un enfoque de tratamiento más personalizado → No todos los casos de TNF son iguales, por lo que el abordaje debe adaptarse a cada historia.


Conclusión: ¿Se puede hacer algo si estos factores están presentes?

Si te identificas con alguno de estos factores, no significa que el TNF sea tu culpa ni que pudieras haber hecho algo para evitarlo. Pero sí puede ser útil entender cómo tu sistema nervioso ha llegado hasta este punto.

Explorar enfoques terapéuticos personalizados → La fisioterapia, la terapia psicológica y la rehabilitación pueden ayudar a reentrenar la comunicación entre el cerebro y el cuerpo.
Aprender sobre el sistema nervioso → Comprender cómo funciona el TNF y qué factores pueden estar involucrados permite gestionar mejor los síntomas.
Buscar profesionales con experiencia en TNF → No todos los médicos están familiarizados con estos factores de riesgo, por lo que contar con un equipo especializado puede marcar la diferencia.

🔹 ¿Te identificas con alguno de estos factores? Déjanos tu experiencia en los comentarios.

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